La noche caía, lenta y discreta
sobre cañas de oro y aguas muy frescas
que erguidas estan como centinelas
reflejo honrado del hombre y de tierra.
En el velo negro hendido de estrellas
Se encuentra a solas llorando tristezas
y una rana verde muy fea y flaca
le croa a la noche coplas de plata.
El rio se calla, también las montañas,
los grises buhos y viejas cigarras
y oyen obsortos la bella romanza
que llegan al cielo con esperanzas.
En un olmo magro, una negra araña
tejiendo se encuentra una bola extraña
de blanca sedas con luces de gala
que cuelga en la ramas largas y ralas.
Un pato alegre y tres gansos alados
mas un cigüeña gorda y coqueta
alzan la esfera de las ramas secas
y vuelan al cielo con su regalo.
Y una coneja feliz y contenta
de tanto brincar pegada se queda
al globo encendido. Oh, que gran sorpresa!
La noche ya tiene una compañera.
Asi es mi niña de rosas mejillas
como ha nacido la luna traviesa
que gusta jugar a las escondidas
Entre centellas y las margaritas.
Ya es hora princesa de crema y nata
que sus ojitos de linda gitana
jueguen a esconderse entre su pestañas
y sueñe risueña hasta la mañana
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© June 24, 2012, Madrigal. Poema registrado.
Todos los derechos reservados
Se permite le reproducción citando al autor.
(Ilustración: Nancy Ribard)
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