Thursday, June 21, 2012
Morada
Por la antigua calle, de piedras labrada
consuela la tarde, la lluvia y la brisa
de sus malestares, por andar de prisa.
y deja fragancias de tierra mojada
y en una casita...
una buganvilia, valiente y osada
erguida arropaba su tapia cansada
Sus cuatro paredes de adobe y de paja
callados se encuentran en la tarde maja.
Su blanca fachada de cal adornada
brilla y resplandece cual gema preciada
las grietas del tiempo, marcó su figura
más nunca borró, su gentil hermosura.
Su portón abierto, de madera pura
el viento le mece con suave dulzura.
su viejo dintel que doblado se mira
se pasa la tarde suspira y suspira.
Y son sus suspiros, largos y profundos
como si gimiera tristezas del mundo.
mientras que la lluvia azota su portada
con lágrimas de penas almidonadas.
Más por la ventana pequeña y muy fina
la brisa acaricia las blancas cortinas
que suave musitan murmullos lejanos,
en donde dormitan recuerdos ya canos.
de cuando era joven, alegre y bonita,
y risas bullian por todas las esquinas
y duendes corrian del huerto a la cocina
siguiendo al gato, el perro y las gallinas.
Pero hoy solo reina, silencio sosiego
que tan solo quiebra la lluvia en las tejas
en donde la tarde lozana se aleja
y sigue de prisa su andar veraniego.
___________________________________
© 2012, Madrigal. Poema registrado.
Todos los derechos reservados
Se permite la reproducción citando al autor.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment