Wednesday, June 13, 2012
Naranjo
Una tarde de Junio
de sueños y quimeras
con el viento del dorado crepúsculo
se mecían somnolientas las pálidas
estrellas, mientras que el plácido río
suavemente acunaba
reflejo envejecido
de un naranjo dolido.
Un aroma de olvido perfumando
va la tarde y las piedras del camino,
es la sombra de un recuerdo, que indómito
se niega a quedarse en el abandono
de un aciago sepulcro y negra tierra.
Sin embargo aun te miro
viejo naranjo mío;
soberano, orgulloso
con tu brillo azafranado, ofreciendo
tus frutos al cansado peregrino
tantas tardes de dorados estíos
y en tus ramas se mecian
sensontles en sus nidos.
Si, aun te recuerdo, viejo amigo mío
cuando el aroma de tus azahares
perfumando iban, mis sueños de niño
arropado en los brazos de mi madre.
___________________________________
© 2012 Madrigal.
Todos los derechos reservados.
Se permite la reproducción citando al autor.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment