La luz de la tarde acariciando va la verde campiña, diciendo adiós a otro día con sus tonos violeta nacarados. En una pequeña choza una bombilla debil y amarillenta se enciende, como si estuviera recibiendo con gran valentía la noche que se acerca.
En los corrales los animales buscan un rincón donde descansar de su diaria faena; tanto el perro casi ciego, el gato ceniciento, la flaca vaca, la mula vieja, las gallinas medias pelonas y la malhumorada cabra, esperan con paciencia que el humilde campesino atienda sus necesidades.
Mientras bate la cebada, reparte el grano y la alfalfa, y las sobras del magro almuerzo, el anciano perdido está en sus recuerdos.
De cuando un alegre gnomo, corría por entre las milpas, asustando las gallinas y la cabra, perseguido siempre por la sombra de su perro y el gato asechaba un ratoncito descuidado, sin importarle lo que estaba acontenciendo. Cuando por primera vez y con orgullo escuchara esa voz tan amada leyendole en alto historias de tierras lejanas, de heroes valientes, dragones y doncellas, de niños buenos que se van al cielo esperando a su 'apa para seguier sonriendo
Cuando...cuando una noche como esta, escuchara "adiós 'apa, te quiero".
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© 22 July, 2012. Madrigal.
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