Tarde llegas de tus viajes cansada
sobre mares cobrizos de esperanza
viajas niña de lejana mirada
bajo el embrujo de lunas de holganza.
Eres viento de risas y alegrías;
canción melodiosa que desaliña
con el impetú de tú travesía
las hojas ambarinas de morriña
Niña adorada, de ojos color miel
que cariñosa acunas la cosecha
en tus brazos de arcilla y oropel
Bendiciendo al pasear hombre y suelo;
la labor de faenas satisfechas
con pincel de dorados caramelos.
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© 10 Julio, 2012. Madrigal. Poema registrado
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