Toma de mis manos, toda hora de amor propicia
que ansiosas esperan el arder de tu caricia.
Toma de mi boca, la miel de mis juventudes,
y la estreches de mi canto que gime inquietudes.
Toma de mi cuerpo, la luna henchida de entregas,
como ofrenda nupcial donde el deseo navega.
Toma mi párvula alma, que tímida y menuda
en tu pecho anidada, de miedos se desnuda.
Toma amor mío, la noche que feroz asecha
marcando paso a paso de tu olvido la fecha.
Y cuando no tenga más que darte y todo acabe
toma, a su eterno lecho mi verso dulce y grave.
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© Madrigal. September 1, 2013
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*Svanhild Rohdin, Passion.
Es curioso: Durante mucho tiempo yo me alejo de la poesía y luego de un rato siempre regreso a ella. Me pasa que siempre acabo creyéndome la poesía amorosa. Esa idealización que es el amor con alguien. Un amor humano que ni exite ni existirá jamás porque la realidad solo es, como pensaba Platón, puras sombras. Me da por pensar que la gente que escribe poemas de amor o que gusta de postearlos tiene la estatura espiritual de esos mismos poemas, y hasta me llego a creer que la gente que gusta de esta poesía es, en el fondo, igual de grande que los poemas que escoge. La realidad, desafortunadamente, nos muestra que nadie tiene la estatura de aquello que anhela. Es como los sueños diurnos: un varón sueña con tener una mujer muy guapa, acaso rubia, acaso delgada, alta, inteligente, sensible, nada superficial, una gran amante y una inmejorable amiga, pero ese mismo varón que la sueña es incapaz de mirarse en el espejo de sí mismo y ver que él no tiene ni siquiera un centímetro de aquello que quiere de otra persona. Cómo pues empatar que soñemos un amor así o asá si en la realidad somos una punta de mediocres desde las primeras pruebas que nos pone el amor o la realidad? Con quién habré de ir yo a la guerra? quién tan valiente para arrojarse sin miedo a amar?
ReplyDeleteSaluos cordiales,
Roberto Medina
Creo que todo ser humano busca lo que anhela, aún cuando sabe que tal vez no lo encuentre nunca. El anhelo es lo que da alas a los sentimientos, nos nutre a pesar de ser nosotros tan pequeños ...gracias por dejar tu pensar entre mis letras.
DeleteTu servidora.
Nuria Madrigal