Saturday, November 5, 2011

Papillons




           Querida hija, hoy te escribo para contarte historias tuyas, historias mías. Donde se juntaban el anhelo de una nueva vida y el atardecer de sueños viejos.

           Has nacido bajo la tenue luz de una luna menguante, tan bella y fragante como jazmines florecidos, que se abren perezosos en las noches de inviernos indolentes, regalo de Dios para el hombre penante.

          Tu cuerpecito tan tierno, tus manitas tan suaves, que bañados estaban del color de los trigales que enamorados se mecen contentos en el aire. Y en tus ojitos puros y cristalinos se reflejaba el amor Divino, donde me perdí embelesada. Oh cuanto deseé detener el tiempo! tenerte así, soñando plácidamente entre mis brazos.

           Aún recuerdo tú primera sonrisa, tus primeros pasos y caídas por esa maña tuya de andar a prisas, como sí la vida se te fuera a escapar si te detenías. Así pasaron tus días de niña, entre juegos, cuentos y lecciones. Y como olvidar también nuestras riñas, cuando querías acertar tus derechos a vivir tú vida como mariposita que busca extender sus alitas.

           Más el tiempo pasa y hoy vuelas en tus propios cielos buscando tu nido, tan pero tan lejos del mío. Pero tengo plena confianza que encontraras tu camino, cosechando alegrías y una que otra tristeza que hará de tu destino más enriquecido

          Y yo estaré aquí, como ayer, como siempre contigo.

        ..................Te amo princesa de mis dorados castillos




~NEM
______________________________________________________
©2011 Madrigal
Poema Registrado. Todos los derechos reservados.
Se Permite la reproducción citando al autor.

No comments:

Post a Comment