Ese extranjero de la vida sin hogar, sin un lugar
Donde siquiera poder su cabeza reposar
Vagante peregrino que carece de familia
En donde secar su llanto y sanar sus heridas
A ese lo conozco yo!
Ese de mirada vacía y de andar errante
Que por las calles frías va penante
Y que sin cansancio aparente van sus labios
Murmurando sabrá quien que desvaríos
A ese lo conozco yo!
Ese que de harapos viejos y promesas rotas
Va cubriendo su emancipado cuerpo, sus derrotas
Pobre diablo prisionero de su locura sin igual
Que de ojos invasivos su figura trata siempre ocultar
A ese lo conozco yo!
Ese que por la vida va sin amor, sin perdón,
Olvidado hasta de Dios, algunos dicen sin razón
Y que por las noches de un cartón hace nido, hace cama
En cualquier obscuro callejón de una ciudad sin alma
A ese lo conozco yo!
Ese que por calzado lleva cardos, lleva espinas
Testigos silenciosos de una vida en ruinas
Víctima de la furiosa tempestad que ha sido su destino
Hombre, amigo, déjame darte paz, liberarte de tu castigo
Tú no eres un descocido, eres mi más amado hijo!
~NEM
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© 9 September, 2011 Madrigal Poema Registrado.
Todos los derechos reservados.
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