Nocturnos aires inquietos
con mi blanco pelo juega
y se alboratan de nuevo
aromas de primavera;
lejanos sueños secretos,
amores que el alma lleva
caninando paso a paso
por la vida y su ribera.
Una voz, en el desierto
de la noche me embelesa
y sueño, sueño despierto
que eres tú quien me consuela,
qué aun soy dueño de tus besos
qué soy yo, por quien esperas
y me duermo satisfecho
abrazado a tu silueta.
Mas no es cierto, solo sueño,
de nuestro amor solo queda
turbios cielos de recuerdos;
hondas miradas de ausencia
donde se asoman tus ojos
cual etéreas estrellas,
y se agita tembloroso
mi corazón de tristeza.
Una lágrima y un verso,
de mi pecho mustio escapan
y una brisa en su paseo,
tu nombre susurra y canta
y se quedan en silencio
las horas en la enramada,
mientras la sombra de invierno
hace nido en mi almohada.
Oh, dormir, dormir yo quiero,
sempiterno con mi amada,
olvidandonos del tiempo
de distancias, de nostalgias
y ceñidos cuerpo a cuerpo
descansar en tierra blanda
siendo polvo, un mismo aliento
extraviados en la nada!
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© Madrigal. January 18, 2013.
Todos los derechos reservados.
*Lauri Blank
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