El mirto a la rosa
busca como esposa
y es que su belleza
tan dulce y sincera
amores despierta
sin darse ella cuenta
-Ay niña preciosa!
de piel de canela
besarte quisiera
tus labios de cera
acaba princesa
con mi triste espera
La rosa con pena
al mirto confiesa:
-Amar yo quisiera,
más tarde tú llegas.
No soy la doncella
que adoras y sueñas
de tantas promesas
hoy lloro tristezas
Al ver su amargura
el mirto solloza
pero no se aleja
de tan bella moza
con calma y ternura
le dice a la rosa:
-No llores pequeña
que ya no estas sola,
juntos construiremos
la más bella historia
en donde seremos
amantes eternos
De sueños se adornan
el mirto y la rosa
su union la consagra
jardines en flora
y blancas palomas
las nupcias anuncian
Los cielos se alegran
la mar se alebresta
al ver que dos almas
unidas se encuentran
jurando promesas
bajo las estrellas
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© 2012, Madrigal
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