Thursday, January 5, 2012

Sky-Woman





Antes que el tiempo fuera tiempo, antes que el suspiro se hiciese viento, en el cielo habitan seres que por el infinito vagaban en una isla de nubes tan blancas y suaves como sus almas. En ella vivían felices sus días, compartiendo su mundo con plantas y flores, y con animalitos de todos tamaños, razas y colores. En el centro de su isla de nubes, había un árbol muy grande y muy fuerte que era sagrado para el pueblo de los cielos. Prohibido estaba que este árbol ellos tocaran, porque era la puerta a un mundo de agua, en donde solo existían animales acuáticos y aves que volaban sin necesidad de descanso.


Se cuenta que entonces la hija del dios mayor, esperando estaba su primer bebe. Y en una de sus caminatas al árbol sagrado llego y siendo curiosa de sus raíces lo arranco, dejando abierto un hueco profundo al cual se asomo, perdiendo el equilibrio sin más en el cayo. Su padre amoroso pidió a las aves que volaban en el mundo acuático que de su hija cuidaran. Las aves volaron al encuentro de la mujer-cielo, y poco a poco la bajaron desde las alturas, colocándola suavemente en la espalda de una gran tortuga. Los animalitos de este nuevo mundo pena sintieron por la mujer-cielo y un valiente ratón almizclero desde el fondo de los mares poco a poco en sus pequeñas patitas tierra fue trayendo, para que la mujer-cielo en ella descansara en reposo.


A como su embarazo iba progresando la tierra en la espalda de la tortuga también iba aumentando. La mujer-cielo agradecida caminando por la nueva tierra iba sembrando y a los cielos de este nuevo mundo salpico con estrellas con semillas que traía del mundo de los cielos. Con sus manos amorosas dibujo al sol, la luna  y las estrellas para dar luz y consuelo a todos los animalitos que por tanto tiempo en obscuridad vivieron.


La mujer-cielo dio a luz a una hermosa niña, con tez de color tierra, de ojos brillantes y profundos y con una larga y negra cabellera. La pequeña rápido creció, convirtiéndose en una bella doncella, que cautivaba las aves con su hermoso canto, y a los animalitos curaba de cualquier herida en sus amorosos brazos, pero siendo la única humana muy sola y muy triste la jovencita por el mundo vagaba.

El tiempo paso, hasta que una tarde, el viento del Oeste oyó un triste llanto y su apresurado paso detuvo, bajo su flecha y su arco y cautelosamente se acerco a donde provenía tan tristes lamentos, cuál fue su sorpresa al ver tan hermosa belleza, muy suave y muy quedo le pregunto al oído “porque lloras hermosa doncella, no ves que tu llanto entristece la tierra?” y la joven le contesto “lloro, porque no tengo compañero quien compartir este mundo tan bello” El viento del oeste a la joven propuso que si ella quería el seria su amado esposo y ella alegre acepto su oferta siempre y cuando su madre la unión bendijera. La madre que siempre pendiente estaba escucho lo que pasaba y accedió complaciente.


Paso algún tiempo y una mañana la joven esposa contenta confeso que en espera estaba, y el viento del oeste orgulloso y alegre con una suave brisa a la tierra las buenas pregonando iba “regocíjate tierra que muy pronto tus frutos con mis hijos compartirás”. Pero la alegría pronto fue empañada, la hija de la mujer-cielo murió dando luz a dos bellos gemelos, Hah-gweh-di-yu (dios creador) quien con amor y paciencia al mundo pobló de seres humanos y Hah-gweh-da-et-gah (dios destructor) que con rebeldía destruye lo que su hermano cree y protege. Y asi mano a mano el dios creador, da vida y protege, mientras que su hermano el destructor, al hombre enseña la humildad de su existencia.


Notas:
  • La historia de la creación de acuerdo a las creencias de los Iroquois; los Iroquois también son conocidos con el “Pueblo de la casa comunal (People of the Longhouse) es una asociación de varias tribus de Norte America, entre ellas Mohawks, Oneida, Onondaga, Cayuga y Seneca, que hoy en día ocupan partes de Nueva York, Quebec y Ontario. Yo les recomiendo si les interesa saber un poco más acerca del mundo fascinante de los Iroquois el libro “People of the Longhouse” escrito por W. Michael Gear y Kathleen O’neal Gear (una pareja de arqueólogos) 
  • Cabe aclarar que si bien me adherí a la historia de la creación que más se conoce, siendo que hay diferentes versiones, ya que como sabrán muchas de estas bellas y ricas costumbres se transmitían (y transmiten) oralmente, me tome la libertad de agregar mis ideas, por lo tanto pido disculpas si elabore más de lo debido y sin querer ofendí al pueblo Iroquoi.

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