Esta noche que no se agota, este andar a solas
este amar ensordecido, este invierno que azota
por los callejones de sombrías fumarolas
tiene un olor a muerte …de juventud remota.
¡Ay ¡ del transcurrir de mis años y sus antojos,
angustia de tres clavos y afilada corona
estocadas que me ataran a unos negros ojos
y mi carne a carne que siempre, siempre traiciona..
¡Oh! penitencia de sacrílegos eslabones
¡cuánto más he de darte.!.. ¡cuánto más he llorarte!
si de tus delirios he bebido fruto y dones
y también he bendecido tu sombra al velarte.
Di por que triste recuerdo de ingenuos balcones
de ti prendida muero y no dejo de adorarte.
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© Madrigal. August 29th, 2014.
Todos los derechos reservados.
Antonio Corradini, La Pudicizia.
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