Corderos

Oh, hombre ufano que vives fingiendo

ser importante de gran abolengo

vestido en negro, vestido en silencio

en cajas selladas, sin nombre o sueños.

Enpeñas el alma, empeñas tu tiempo;

mueres viviendo tan lento, tan lento.

Te miro siempre deprisa, corriendo,

pretendes no verme de cerca o lejos

porqué me huyes, porqué me tienes miedo?

no ves que del mismo barro tu y yo hemos

sido creados. Que unidos, atados

por este mundo cruel y avaro vamos

yo, en mi demencia invisible y tú manso

corderito de la apariencia esclavo.




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© Madrigal. March 10, 2013.
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*Photo by David Hoffman.